COMPARTIENDO Y VIVIENDO LA SEMANA SANTA

El 22 de marzo, los estudiantes Juan Carlos González Carrera, CMF y Juan Daniel Magaña Pascual de la comunidad del Valle viajamos hacia Toluca en compañía del hermano Adolfo Villaseñor, CMF, quien nos llevó para unirnos al grupo de jóvenes de INCORAMA que se dirigía a la Costa Chica de Oaxaca. Antes de partir, tuvimos una misa de envío en la Santa Veracruz y así iniciamos nuestro viaje. Nos unimos así a la comunidad de Oaxaca, integrada por los padres Alejandro Quezada, Wilhelmus Agato y Jorge Vargas, CMFF. Al llegar a la comunidad, fuimos recibidos con un rico almuerzo por parte de la comunidad de San Pedro Orizaba, a cargo de la Sra. Tomasa y su equipo. Después de disfrutar de este festivo recibimiento, comenzamos nuestra labor como misioneros, compartiendo y viviendo con las distintas comunidades la Semana Santa, que tuvo lugar del 24 al 31 de marzo.

Durante nuestra estadía, las comunidades de Santo Domingo, coordinada por la Sra. Santa y su esposo Misael, y en Callejón de Rómulo, la Sra. Candelaria coordinadora de dicha comunidad, a quienes nos tocó acompañar en la misión, nos recibieron con gran alegría y hospitalidad. Esto nos permitió sumergirnos plenamente en el espíritu de la Semana Mayor. Durante el lunes, martes y miércoles, compartimos temas relacionados al Jueves Santo, Viernes Santo y Sábado de Gloria, abordando estos temas de manera adaptada para niños, jóvenes y adultos, con el objetivo de crear conciencia sobre lo que se viviría en esos días. Posteriormente, nos adentramos en los misterios de la Pasión, Muerte y Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo. A pesar de la distancia entre las comunidades, logramos vivir plenamente estos momentos con ambas comunidades y celebrar los misterios de nuestra fe.

Al culminar estos días sagrados, el mismo Sábado de Gloria se realizó una convivencia por la comunidad de Santo Domingo, y una vez resucitado el Señor Jesús, compartimos los alimentos y expresamos nuestra gratitud por haber concluido esta experiencia en la comunidad y nos despedimos para regresar a la comunidad de San Pedro Orizaba. Antes de partir de la comunidad, el sacristán de la capilla de Santo Domingo, es decir, el joven Omar, junto con su primo, nos llevaron el Domingo de Resurrección para reunirnos con los jóvenes que vivieron la misma experiencia en distintas comunidades, renovados en la fe y fortalecidos por la presencia viva del Señor en nuestras vidas. Agradecimos al párroco y a la comunidad por abrirnos cada año sus puertas para realizar nuestras misiones de Semana Santa. Por lo tanto, que esta experiencia de compartir y vivir la Semana Santa en comunidad siga inspirándonos a ser portadores de la luz y el amor de Cristo en todas nuestras acciones y encuentros con los demás.