Que el Espíritu del Señor Resucitado nos siga iluminando en nuestras vidas y tareas apostólicas.

Luego de la celebración Eucarística se tenía preparado un banquete formal para festejar el primer centenario de la presencia claretiana en la parroquia...

...expresaron uno de sus compromisos permanentes: la recolección y venta de botellas de plástico.

Esperamos que este comienzo que ha sido muy participativo siga animándonos en nuestro ser Iglesia, Pueblo de Dios.

La interpretación de la misa estuvo a cargo de Luis Gerardo Granados, acompañado por la líder sorda, Susana Carrillo.

Terminada la misa, entre propios y extraños, se oía la siguiente expresión: “Un misionero en Japón”.

En esta celebración fue evidente la diversidad de grupos humanos: los Pueblos Originarios (chatinos, zapotecos, mixtecos, tacuates...), los Pueblos Negros y el Pueblo Mestizo.

Al término de la misa, se invitó a los asistentes a pasar a visitar la exposición fotográfica que se estableció en el Salón Parroquial “Heraclio Pérez”.

Con esta experiencia, nos enriquecimos mutuamente, animándonos con el espíritu de Claret en la labor evangelizadora desde el área de la educación.

La Expo Pastoral se aderezó con la actividad del “discadón”, en la que cada grupo debía de preparar este platillo típico de la región y ofrecerlo a los visitantes para su degustación.

Durante el mes de octubre las Catequistas y Niños del Catecismo del Ciruelo rezaron todos los días el Rosario a María Santísima pidiendo por la paz...

Los Hijos del Inmaculado Corazón de María, también conocidos como Misioneros Claretianos, llegan a la Parroquia de Guadalupe para 1923, cumpliendo 100 años.